martes, 18 de marzo de 2014

Perdón:

RECOPILACION HECHO POR ORLANDO ALCANTARA FERNANDEZ SOBRE EL PERDON Y LA BIBLIA...

Perdón:

I Juan 1:5-10:

5 Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.
6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad;
7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
10 Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.

Salmo 32:1-11:


Salmo de David. Masquil.

1 Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
    Y en cuyo espíritu no hay engaño.
3 Mientras callé, se envejecieron mis huesos
    En mi gemir todo el día.
4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
    Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah
5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
    Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová;
    Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
    Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
    Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
    Sobre ti fijaré mis ojos.
9 No seáis como el caballo, o como el mulo, sin entendimiento,
    Que han de ser sujetados con cabestro y con freno,
    Porque si no, no se acercan a ti.
10 Muchos dolores habrá para el impío;
    Mas al que espera en Jehová, le rodea la misericordia.
11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
    Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.

Salmo 51:1-19:

1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
    Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
2 Lávame más y más de mi maldad,
    Y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
    Y mi pecado está siempre delante de mí.
4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
    Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
    Para que seas reconocido justo en tu palabra,
    Y tenido por puro en tu juicio.
5 He aquí, en maldad he sido formado,
    Y en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
    Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
    Lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y alegría,
    Y se recrearán los huesos que has abatido.
9 Esconde tu rostro de mis pecados,
    Y borra todas mis maldades.
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
    Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de delante de ti,
    Y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
    Y espíritu noble me sustente.
13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
    Y los pecadores se convertirán a ti.
14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
    Cantará mi lengua tu justicia.
15 Señor, abre mis labios,
    Y publicará mi boca tu alabanza.
16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
    No quieres holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
    Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
    Edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
    El holocausto u ofrenda del todo quemada;
    Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

Salmo 103:1-22:

Salmo de David.

1 Bendice, alma mía, a Jehová,
    Y bendiga todo mi ser su santo nombre.
2 Bendice, alma mía, a Jehová,
    Y no olvides ninguno de sus beneficios.
3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
    El que sana todas tus dolencias;
4 El que rescata del hoyo tu vida,
    El que te corona de favores y misericordias;
5 El que sacia de bien tu boca
    De modo que te rejuvenezcas como el águila.
6 Jehová es el que hace justicia
    Y derecho a todos los que padecen violencia.
7 Sus caminos notificó a Moisés,
    Y a los hijos de Israel sus obras.
8 Misericordioso y clemente es Jehová;
    Lento para la ira, y grande en misericordia.
9 No contenderá para siempre,
    Ni para siempre guardará el enojo.
10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
    Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.
11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
    Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.
12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
    Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.
13 Como el padre se compadece de los hijos,
    Se compadece Jehová de los que le temen.
14 Porque él conoce nuestra condición;
    Se acuerda de que somos polvo.
15 El hombre, como la hierba son sus días;
    Florece como la flor del campo,
16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
    Y su lugar no la conocerá más.
17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
    Y su justicia sobre los hijos de los hijos;
18 Sobre los que guardan su pacto,
    Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.
19 Jehová estableció en los cielos su trono,
    Y su reino domina sobre todos.
20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
    Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
    Obedeciendo a la voz de su precepto.
21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
    Ministros suyos, que hacéis su voluntad.
22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
    En todos los lugares de su señorío.
    Bendice, alma mía, a Jehová.

Ezequiel 18:1-20:

1 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
2 ¿Qué pensáis vosotros, los que usáis este refrán sobre la tierra de Israel, que dice: Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera?
3 Vivo yo, dice Jehová el Señor, que nunca más tendréis por qué usar este refrán en Israel.
4 He aquí que todas las almas son mías; como el alma del padre, así el alma del hijo es mía; el alma que pecare, esa morirá.
5 Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia;
6 que no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel, ni violare la mujer de su prójimo, ni se llegare a la mujer menstruosa,
7 ni oprimiere a ninguno; que al deudor devolviere su prenda, que no cometiere robo, y que diere de su pan al hambriento y cubriere al desnudo con vestido,
8 que no prestare a interés ni tomare usura; que de la maldad retrajere su mano, e hiciere juicio verdadero entre hombre y hombre,
9 en mis ordenanzas caminare, y guardare mis decretos para hacer rectamente, éste es justo; éste vivirá, dice Jehová el Señor.
10 Mas si engendrare hijo ladrón, derramador de sangre, o que haga alguna cosa de estas,
11 y que no haga las otras, sino que comiere sobre los montes, o violare la mujer de su prójimo,
12 al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no devolviere la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos e hiciere abominación,
13 prestare a interés y tomare usura; ¿vivirá éste? No vivirá. Todas estas abominaciones hizo; de cierto morirá, su sangre será sobre él.
14 Pero si éste engendrare hijo, el cual viere todos los pecados que su padre hizo, y viéndolos no hiciere según ellos;
15 no comiere sobre los montes, ni alzare sus ojos a los ídolos de la casa de Israel; la mujer de su prójimo no violare,
16 ni oprimiere a nadie, la prenda no retuviere, ni cometiere robos; al hambriento diere de su pan, y cubriere con vestido al desnudo;
17 apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere; guardare mis decretos y anduviere en mis ordenanzas; éste no morirá por la maldad de su padre; de cierto vivirá.
18 Su padre, por cuanto hizo agravio, despojó violentamente al hermano, e hizo en medio de su pueblo lo que no es bueno, he aquí que él morirá por su maldad.
19 Y si dijereis: ¿Por qué el hijo no llevará el pecado de su padre? Porque el hijo hizo según el derecho y la justicia, guardó todos mis estatutos y los cumplió, de cierto vivirá.
20 El alma que pecare, esa morirá; el hijo no llevará el pecado del padre, ni el padre llevará el pecado del hijo; la justicia del justo será sobre él, y la impiedad del impío será sobre él.

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